miércoles, 31 de enero de 2018

Metas difíciles


Los demás pueden pensar que es inútil mi esfuerzo por alcanzar un objetivo a sus ojos "absurdo", pero si para mí ese objetivo es importante debo luchar por lograrlo piensen los otros lo que piensen.
Es bastante improbable que mis objetivos coincidan con las prioridades de los demás, pero no por eso debo abandonar y no esforzarnos por aquello en lo que creemos.
Cuando lucho por lo que creo la contrariedad se presenta disfrazada de oportunidad.
Cuando me esmero en conseguir algo que para mí es importante crezco en la capacidad de esfuerzo aunque eso a veces suponga que el corazón vierta lágrimas de impotencia.
Cuando los demás miran mis "triunfos" con recelo y falsas miradas no es a mí a quien dañan sino a ellos mismos por negarse la posibilidad de agradecer y amar de verdad.
Cuando lo absurdo e imposible se hace "posible" nuestra vida muestra desde los actos que nada se puede dar por supuesto.
Cuando en esas "metas difíciles" Dios es el centro de la existencia nada ni nadie debe romper la ilusión de alcanzarlas.

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